A pesar de no haber pasado a mayores, el incendio en una de las salas del barco prendió la mecha del caos entre los pasajeros. Como cuenta Darlean, «las cosas no han ido cómo deberían» y entienden que «se nota que falta mucho entrenamiento por parte de la tripulación en este tipo de situaciones».
«Hay personas que estuvieron más de 24 horas sin dormir, porque a pesar de alojarnos en hoteles, había muchas reservas de las que todavía no se había hecho cargo la naviera».
MOMENTOS DE PÁNICO
Darlean narra que se vivieron momentos de auténtico pánico desde el aviso del incendio, a eso de las 2:30 de la madrugada del lunes: «Empezaron a darnos chalecos salvavidas, pero sin darnos explicaciones ni instrucciones. Además, nos dijeron que no había peligro inminente, pero no nos daban información alguna».
También narra que hubo muchas contradicciones por parte de la tripulación del buque. Por ejemplo, les dieron el aviso de que ya habían llegado los buques para reorganizar a los viajeros en ellos, «pero no era verdad«. Darlean denuncia que, la noche del incendio, hubo otro ferry al lado durante horas, y que «podrían habernos trasladado directamente, pero se ve que prefirieron arriesgarse a ver si apagaban el fuego«.
GRUPO DE WHATSAPP PARA DENUNCIAR Y RECLAMAR
Darlean cuenta que tuvieron la idea de crear un grupo de WhatsApp para «intentar involucrar al máximo número de pasajeros posible, buscar un abogado y reclamar todos juntos por el tiempo perdido y los traumas causados«.
El grupo lo forman algo más de 200 personas y están dispuestos a reclamar todo lo que piensan que se les debe tras lo sucedido.
SEPARACIÓN DE FAMILIAS DURANTE EL RESCATE
Los pasajeros muestran su indignación tras lo sucedido, y es que se separaron familias, ya que desde GNV decidieron dividir a la embarcaión entre hombres, por un lado, y mujeres y niños, por otro. Los niños y las mujeres desembarcaron en un barco de carga y los hombres en otro ferry de GNV.
Aquí encontraron otra contradicción. Darlean explica que no quería separarse de su marido, pero le dijeron, textualmente, «si no te subes con las mujeres y los niños, no vas a desembarcar«, y luego se encontró a mujeres que sí se habían subido al barco de los hombres con sus respectivas parejas.
«No sabemos nada de nuestras pertenencias»
Darlean explica: «Una de las cosas más fuertes es que hasta mañana (miércoles) no sabremos nada de nuestras pertenencias. No sabemos nada de nuestros coches ni de nuestro equipaje y estamos con la incertidumbre de si irá todo bien o no».